jueves, 27 de febrero de 2014

La necesidad de mentir

Sabemos que la tierra es redonda pero, que las sirenas, brujas, vampiros ó cualquier cosa que pensemos que es irreal, resulta que son ciertas, es muy exagerado pero hay vídeos, estudios y hasta antiguas pinturas rupestres que aseguran la existencia de sirenas, y si fuera así en que mas cosas nos habrían mentido, y por que  lo hacen, quizás es simple miedo a la reacción de la humanidad, en el caso de las sirenas, el echo de no querer  ser descubiertos puede ser un motivo bastante lógico pero creo que nos mienten y lo seguirán haciendo si no hacemos algo, pero seguiremos así nacidos para morir, por que a veces es mejor una verdad que duela que una mentira que quizás luego duela aun mas...

miércoles, 26 de febrero de 2014

¿Arte?

¿No es a caso el arte una exageración exagerada de la propia exageración?¿La música no es la exageración de los sonidos que encontramos frutos de la naturaleza o del azar?¿No son el teatro, la novela y la poesía hipérbatos de las reacciones y sentimientos humanos?¿No tiene un cuadro colores más vivos u oscuros dependiendo de la visión de la realidad del pintor?
Al fin y al cabo ¿Qué es el arte?¿Arte es vida?¿muerte?¿Arte es dolor?¿Amor tal vez?¿Felicidad? ¿Somos arte?
Los seres humanos tendemos a exagerar lo exagerado y por tanto, a perdernos en el mismo.
¿El arte existe?¿El arte es algo que el ser humano crea o el ser humano es parte del arte, quedando por tanto reducido a un puro medio para llegar a la belleza?¿El medio es considerado arte?¿El medio es bello o monstruoso?¿La belleza es arte?¿El arte existe?¿Nosotros existimos?

lunes, 24 de febrero de 2014

No dejes de soñar

Hoy vengo a hablaros de la última canción de Manuel Carrasco, titulada “No dejes de soñar”.
En ella, habla de que nunca hay que dejar de luchar por lo que se quiere, de no rendirse, de que no siempre se gana, ya que, en ocasiones, perder es una victoria.
Quisiera explicaros, desde mi punto de vista, el significado de alguna de las frases de la canción:
-        “Pusiste todo el corazón, al final todo salió mal”. En más de una ocasión, guiarse por el corazón es una buena opción, pero no siempre es la mejor. Lo ideal sería una mezcla de corazón y razón, aunque es bastante complicado llegar a un consenso entre ambas. Hay que ser consciente de que, a pesar de que nos guiemos por el corazón, nos arriesgamos a que las cosas no salgan como queremos.
-        “Cuando preguntes el por qué, comienza por pensar en ti”. Soy de las que piensa que, para llegar a un estado de paz y felicidad, hay que pensar en uno mismo. ¿La razón? Nunca conseguiremos ser felices si hacemos las cosas sin pensar en nosotros, ya que podemos seguir a algo o a alguien que actúe de cierta forma que no nos llene de la misma manera que si siguiésemos a algo o alguien que actuase guiándose por unos principios parecidos a los nuestros.
-        “El corazón se equivocó, pero tu amor era verdad”. Muchas veces, ponemos todas nuestras ganas en algo, pero no sale bien. En este caso, podemos poner todo el corazón para intentar que una persona nos corresponda con su amor, aunque el rechazo no significa que nosotros no estemos equivocados en nuestros sentimientos o en nuestra manera de ver las cosas con respecto a lo que sentimos, el rechazo puede significar una victoria, una puerta a volver a sonreír.
-        “A veces tienes que perder, para luego poder ganar”. El hecho de que pierdas una batalla, no implica que pierdas la guerra. Depende de cómo se mire, una derrota puede significar una victoria. A veces, tenemos que perder para darnos cuenta de que nosotros valemos más que el sueño por el que estábamos luchando, lo que no significa que debamos de rendirnos.
-        “¡No dejes de soñar!”. Nunca, a pesar de lo que pase, dejes de soñar. A veces, los sueños son los que más nos ayudan a seguir adelante, a creer que podremos ser felices. Considero que los sueños son la fuerza de la gente que lucha por lo que quiere, por lo que cree que es justo o, simplemente, por ser libre.

Para mi gusto, es una de las canciones más bonitas que tiene Manuel Carrasco. Me transmite muchas sensaciones, todas buenas. Es de esas canciones que te levantan el ánimo cuando estás mal. Llena de positividad y de buen rollo. De esas que uno no se cansa de escuchar.
Con respecto al videoclip, diré que está genial. No me ha decepcionado en ningún momento. Para mi gusto, se corresponde mucho con la letra de la canción.


http://www.youtube.com/watch?v=gg7odj4FpVE

Chica Blue

martes, 18 de febrero de 2014

El cielo está en cualquier lugar

Lennie Walker, de diecisiete años, lectora empedernida y fanática de la música, es segundo clarinete de la banda de su instituto. Vive feliz y sin contratiempos a la sombra de Bailey, su impetuosa hermana mayor. Pero cuando Bailey muere repentinamente, Lennie se convierte en protagonista de su propia vida… Y, aunque nunca había salido con ningún chico, de pronto se encuentra intentando compatibilizar a dos. Toby era el novio de Bailey; Lennie se identifica con el dolor que siente. Joe es el chico nuevo del pueblo, acaba de llegar de París y su sombra casi mágica solo puede compararse con su talento musical. Para Lennie son el sol y la luna: uno la saca de su pesar mientras el otro le ofrece consuelo.
Aunque, al igual que los propios cuerpos celestes, si llegan a chocar, estallará el mundo entero.

El cielo está en cualquier lugar, primera novela publicada de Jandy Nelson, habla de la lucha de Lennie por encontrar su propia melodía en medio del ruido que la rodea, es un canto al amor y un retrato de la pérdida de un ser querido a partes iguales, sincero en todo momento, a ratos divertidísimo y, en el fondo, inolvidable.
Para mi gusto, es de esos libros que te engancha desde el principio, de esos que no quieres dejar de leer. Se trata de un libro lleno de tristeza y melancolía que, en más de una ocasión, te hace reír a carcajadas.
Se trata de un libro narrado en primera persona, por Lennie –John Lennon, como la llama Joe en más de una ocasión-, la protagonista de la historia, que sufre por la reciente pérdida de Bailey, su hermana mayor.
Como personajes importantes de la novela, tenemos a Joe Fontaine, el “nuevo” del pueblo, y a Toby, el novio y prometido de Bailey.
Lennie se enamorará perdidamente de Joe, un chico francés que acaba de mudarse de París. Se trata de un chico lleno de energía, que tendrá preparada una sonrisa en todo momento, aunque sea complicado estar bien. Es de las pocas personas, por no decir la única, que podrá guiar a Lennie fuera de su oscuridad interior. Por otro lado, tenemos a Toby, que, como ya he dicho, era el novio y prometido de Bailey. Lennie se refugiará en él para aplacar el dolor que siente. Ambos se encuentran destrozados, uno por la pérdida de su amor, y la otra, por la falta de su hermana. Debido a la mutua comprensión, comenzarán una especie de relación amorosa.
En ocasiones, la relación Toby-Lennie puede ser malinterpretada, por el hecho del tipo de relación que les unía, pero creo que antes de empezar con el libro, habría que desechar todo tipo de prejuicios respecto a este tema, así podréis ver la relación de otra manera totalmente diferente.
La figura de Bailey está presente en prácticamente toda la novela, debido a los fragmentos de poemas que Lennie dedica a su hermana, e incluso con las conversaciones que ambas mantuvieron pensando en su madre, que las abandonó siendo bien pequeñas.

En resumen: se trata de una novela conmovedora, preciosa y épica, que jugará con tus sentimientos todo el tiempo. Mostrándonos el dolor, la pérdida, el amor, la amistad, la culpa; y como todos ellos pueden converger en un mismo corazón.

lunes, 17 de febrero de 2014

El peor día

hay momentos en la vida que nos hacen avanzar, otros no echan aun mas para atrás.
 Me gustaría mirarlo todos los días y seguir viéndole feliz, como siempre lo era, cariñoso pero ese día fue distinto al resto fue el peor con diferencia después de darme cuenta varios días atrás, que ya no era el mismo estaba apagado estaba sufriendo y yo no podía hacer nada para ayudarlo, llamaría al veterinario, aun que casi no tenia fuerzas para marcar los números, llorando, por el miedo de ser demasiado sensible como siempre he sido, pero lo haría por el...

Muchos no entenderán lo doloroso que puede llegar a ser perder una mascota, el mejor compañero, mi mejor amigo, te quiero pequeño 

miércoles, 12 de febrero de 2014

Miradas.

Después de tanto tiempo, hemos aprendido a convivir con las miradas de envidia que mucha gente nos manda.
¿Por qué lo hacen? Porque ellas no han sido capaces de conquistarte a su manera como lo he hecho yo.
Nunca entenderé qué fue lo que hizo que te fijaras en mí, no sé si fue una mirada, una palabra, un gesto o una sonrisa.
No hace falta que me expliques qué pasó para que me mirases de otra manera, para que me besases cómo si no hubiese mañana, para que me abrazases por si al día siguiente no me veías.
No quiero saberlo por la sencilla razón de que tú tampoco quieres saber mi parte. Alguna vez me has oído decir que tus manías me encantan, que tu risa me fascina, que tu sola presencia me hace feliz.
Lo único que quiero que sepas es que no quiero perderte nunca, que eres más que la razón de mi sonrisa, más que las ganas de madrugar, más que todas las cosas que una persona puede soñar. Porque no sé cómo explicarle al mundo entero que te quiero y me apetece un futuro a tu lado.
Quiero decirte que gracias por estar ahí en todo momento, por hacerme entender que una mirada puede valer más que mil palabras, por sacarme una sonrisa a diario, por aguantar mi mal humor, simplemente GRACIAS por hacerme feliz y por no cansarte de darme un abrazo, un beso, una caricia. Que sepas que me siento la persona más afortunada del mundo. Que no necesito más que una llamada o un mensaje para saber que todo está bien.
Porque yo soy la única que entiende tus caras, tus miradas y tus picadas. Me has dicho que solo la gente que te conoce bien, como yo, entiende tu comportamiento. Eso me consuela haciéndome saber que nadie entenderá lo que les dices con la mirada, porque hablar con la mirada es una de tus especialidades.
No quiero ver cómo te vas sin mí, mirándome y asegurándome que me quieres y que tu marcha se debe a que lo nuestro no tiene ni pies ni cabeza.
-Vuelve y sigue aquí luchando por tus sueños –te pido mientras te alejas.
-¿Para qué? ¿Para qué la gente siga haciéndome daño cuando te dice algo a ti?
-Sabes que paso de ellos, que, aunque me duela, me hace fuerte.
-No podemos estar juntos. Sabes que te haré daño en cualquier momento.
-No digas tonterías. En ningún momento me has hecho daño y sabes que las cosas no van a cambiar.
-Sí, las cosas cambiarán el día que les diga algo.
-Mándales una mirada y déjales planchados a todos.

No me haces caso y sigues alejándote. Mientras lo haces, empiezo a tararear nuestra canción porque me quedo sentada frente al mar, mirando las olas y pensando en ti y en la manera que te conocí.

martes, 11 de febrero de 2014

Libres

No somos libres, nos mienten vivimos en una pecera engañándonos constantemente, si lo fuéramos de verdad no habría hambre en el mundo por que todos tendríamos los mismos derechos, nos limitan nos ocultan información,  les merece la  pena, prefieren tenernos en la pecera perfectamente controlados dejando que nos matemos unos a otros por un mismo fin por que todos queremos lo mismo, solo que hay gente que no sabe compartir el dinero que le sobra, cada vez se limitan mas los recursos y nunca seremos verdaderamente libres...

jueves, 6 de febrero de 2014

Me has roto los esquemas

Un par de años después de nuestra ruptura, volvemos a encontrarnos por la calle. Ambos vamos solos, pero esa sonrisa que llevas puesta me hace pensar que has conseguido rehacer tu vida.
En ese instante, recuerdo una llamada que recibí hace un par de meses. En esa llamada fui informada de que estabas a punto de dar un paso importante en tu vida, pero, de primeras, decidí no darle importancia. Hoy me doy cuenta de que esa persona tenía razón.
-¡Hey! ¡Cuánto tiempo! –comentas dándome dos besos.
-Sí, es lo que tiene que tomásemos caminos diferentes.
-Venga, vayamos a tomar algo y así nos ponemos al día, que seguro que tenemos muchas cosas para contarnos.
-Ambos somos conscientes de que no es buena idea. Tengo cosas que hacer.
-No seas así, te mueres de ganas.
-Eso es cierto, pero tengo que ir a buscar a mi sobrina. Ya te llamaré algún día de estos.
-Eres tan cabezota que no lo harás, por tanto, te acompaño.
Consiento que vayas conmigo, pero caminamos sin mirarnos. De vez en cuando, me haces alguna pregunta, solo que yo decido no contestar a ninguna de ellas, puesto que aún no soy capaz de reconocer mis errores del pasado.
-Andrea, ¿te pasa algo? –me preguntas para sacarme de mis pensamientos- Te noto preocupada.
-¿Sabes qué? Has roto mis esquemas. Eres parte de mi pasado y, desde que te fuiste de mi vida, lo estoy pasando mal. Joder, no sé qué narices haces caminando a mi lado.
-Dentro de un rato te voy a buscar y me dejas conocer a esa princesa que dicen que tanto se parece a mí. Espero que me dejes conocerla.
-No se te va a arreglar verla. Me hiciste mucho daño engañándome con Adriana y ella no debe saber por qué su padre no vive con nosotras.
-No me puedes privar de ella, es mi hija. Tengo derecho a conocerla y criarla.
-Demasiado tarde. Yo estoy haciendo las funciones de padre y madre. No te necesito a ti. ¿Quién me asegura que no la volverás a liar?
En ese instante, descubro que mi sobrina viene corriendo hacia mí. Se echa a mis brazos y me pregunta dónde se ha quedado la pequeña. La comento que está con la abuela. Discretamente, te vas alejando. Cuando lo descubro, te doy una voz asegurándote que te llamaré algún día.
-Ni se te ocurra. Sabes cómo se va a comportar.
-Laura, sabe de la existencia de su hija y está empeñado en verla. En cierto modo, le comprendo.
-Ya, pero si nunca se preocupó por ti, ¿por qué iba a hacerlo con Sofía?
-Es su hija. Pero bueno, veré lo que hago. Reconozco que me ha descolocado que lo sepa.
-Tata –comenta Lara-, sé que mi prima, a pesar de que es pequeña, no quiere verte mal. No quiero que llores, ¿vale?
Acaricio la cara de la pequeña y, tras ponerla en el suelo, vamos caminando a casa de mis padres. Vamos hablando de muchas cosas y, cuando llegamos, descubro que la pequeña se ha quedado dormida en brazos de mi madre. La comento que Carlos sabe de la existencia de la pequeña y quiere conocerla. Ella me dice que, a pesar de que no me aconseja que le llame, no debo privarle de su hija. Con mucho cuidado, me entrega a la pequeña y la miro embobada. Vuelvo a ser consciente de que ella es lo mejor que me ha pasado en la vida y reconozco que fue buena idea seguir adelante sola, a pesar de que estaba destrozada por la ruptura.
-Andrea, te falta el babero –comenta mi madre-. ¿Qué es lo que te pasa ahora? Desde que la has cogido, te noto embobada.
-Mamá, encontrarme con él me ha partido los esquemas. Era consciente de que este momento tenía que llegar, pero no estaba preparada.
-Por más tiempo que pasase, no ibas a estarlo. Has de entender que, ya que lo sabe, no puedes privarle de ella. Sofía surgió del amor que ambos os profesabais. Estás viviendo el momento de mayor felicidad de una persona. Déjale que la conozca y, si quiere, permite que te ayude a criarla.
-No creo que sea buena idea, acuérdate de la llamada que recibí hace un par de meses.
-Como para olvidarla, pero estoy convencida de que se preocupará por ella. No seas cabezota y dale el gusto.
No digo nada, pero soy consciente de que mi madre tiene razón. Creo que Carlos será buen padre, pero me da miedo de las consecuencias que puede traerme quedar con él para que la conozca.
De pronto, Sofía despierta con hambre. Mientras mi madre la prepara el puré, la coloco bien en mi brazo y trato de tranquilizarla. Tras yo darla de comer, Laura se despide, no sin antes pedirla a Lara que se porte bien, y se va.
Aprovecho que Sofía se ha quedado dormida para subirme al piso a comer algo con Lara. De primeras, mi madre se niega y quiere que me quede a comer en su casa.
-No. Anoche preparé arroz con salchichas para las dos.
-Eso ya me convence. Pensé que no tenías nada preparado.
-Estás hablando con una persona precavida.
-En eso has salido a mí.
-Venga, Lara, coge la cazadora y la mochila de Dora y nos vamos.
Ambas nos despedimos de mi madre y nos vamos al piso. Larita está casi más feliz que yo. Se sienta en el sofá y la pregunto si tiene hambre. Asiente con la cabeza y me sonríe. Saco el arroz con salchichas de la nevera y lo pongo a calentar. Mientras espero que el microondas me avise de que la comida está lista para comer, pongo el pijama a Sofía y la meto en la cuna. En ese instante, oigo el sonido del microondas. “Justo a tiempo”, pienso tras taparla con una manta.
-Venga, Lara, vamos a comer.
-¿No puedo terminar de ver Dora? Enseguida acaba.
-Vale, deseo concedido a la princesa.
-Gracias, Tata.
Pongo la comida en cada plato y, al terminar, descubro que Lara viene a la cocina para preguntarme si comemos, que tiene hambre. Nos sentamos cada una en un extremo de la mesa y charlamos durante toda la comida. Tras terminar el arroz, la pregunto si la ha gustado lo que la he preparado.
-Estaba delicioso.
-¿Te apetece comer algo de postre?
-No, Tata, estoy llenísima. ¿Puedo volver a ver la tele?
-¿Cómo no vas a poder? Ahora enseguida voy allí y vemos los “dibus” juntas, ¿te parece?
-Claro que sí, Tata. Te quiero.
-Y yo a ti, pequeña.
Me pongo a recoger la cocina y, al cabo de un rato, me voy al salón y ella se sienta encima de mí. Hago un poco de zapping por los canales de dibujos y encontramos la película de La Cenicienta y la vemos juntas. A los diez minutos, Larita se queda dormida sobre mí y, para no molestarla, pongo el móvil en silencio. Tras ello, recibo un mensaje de texto. Es de Carlos y me pone: “Hola, pequeña, ¿cuándo te apetece que conozca a mi hija? Porque espero poder verla. Un beso”. Decido esperar un rato a contestarle, ya que, con el sonido de las teclas, no quiero molestar a la pequeña.
Hacia la mitad de la película, oigo que Sofía empieza a refunfuñar. Con mucho cuidado, coloco bien a Lara y me levanto hacia la habitación de mi hija. Muevo con cuidado la cuna con la intención de que vuelva a dormirse. Como no lo consigo, la cojo en brazos y la llevo al salón. Al poco rato, Lara se despierta y, como observa la escena madre-hija, se junta a nosotras. La doy un beso en la frente y la pongo a mi lado.
Mientras las tengo juntas, decido mandar un mensaje a Carlos para comentarle que, si le parece bien, podemos quedar durante la tarde del día siguiente. Casi instantáneamente, como si tuviese el móvil en la mano, recibo contestación en la que me pone que, si creo conveniente, viene a casa durante la siguiente tarde. Le digo que no es buena idea, que, ya que tengo que bajar por la tarde al centro, le recojo donde él crea.
-Tata, no quiero verte mal. Creo que no debes tener el móvil contigo.
-Pequeña, aunque te explique mi cara mirando al móvil, no lo entenderás. No hace falta que te preocupes por mí, ¿vale?
Me da un beso en la nariz de esos que tanto me gustan y sigue viendo la tele. En vista de que Sofía también ha vuelto a dormirse, la coloco en su cuna y decido llamar a Carlos.
-Quiero saber quién te ha hablado de tu hija –comento según me coges el teléfono.
-¿Piensas que soy tonto? Cuando me echaste de casa, vi el predictor en la basura. ¿Acaso pensabas que nunca me enteraría?
-Tú no viste el predictor. Si le hubieses visto, me habrías pedido una segunda oportunidad. Te conozco lo suficiente.
-Cambiando de tema, espero que mañana no me dejes plantado.
-Podría perfectamente hacerlo, porque no me fío de que tú vayas a aparecer.
Al día siguiente, nada más levantarme, recibo un mensaje de Carlos en el que me comenta que me espera en Las Estaciones a las cinco y media de la tarde, aunque no le importará esperarme si tardo un rato más.

De primeras, tengo la tentación de pedir a mi madre que baje a Lara, pero no quiero ser una cobarde. Ya que Carlos sabe de la existencia de Sofía, no debo ser injusta con él.
Chica Blue

Necesidades humanas

1.AIRE, AGUA Y COMIDA( países tercermundistas)

2.SENTIRNOS SEGUROS( la mas difícil para países en desarrollo)

3.TENER A ALGUIEN A QUIEN AMAR (La mas difícil en los países mas desarrollados)

Cada sitio no es el mismo eso esta claro, nuestras necesidades son importantes, pero debemos pensar que no estamos solos encontraremos a alguien por eso no hay que preocuparse, me preocupan mas las dos primeras como estoy segura que al resto todos tenemos derecho a comer,beber, respirar, sentirnos seguros, pero ante todo ser libres y felices. 

lunes, 3 de febrero de 2014

Adios

" Estoy aquí, en el mismo lugar de siempre, sigo siendo la misma persona que cuando hablamos por primera vez. Estaba dispuesta a cumplir todas las promesas que hice, porque si prometo algo tengo el corazón en la mano cuando lo hago, lo digo de verdad. 

Tal vez creas que hiciste todo lo que pudiste, pero no es cierto, tus palabras y tus acciones fueron en sentidos opuestos, y me di cuenta de que realmente tus prioridades dejan mucho que desear para mi.

Me hubiera gustado que las cosas fueran diferentes, pero no ha podido ser. Realmente, yo si lo siento, pero no por mi. Del tiempo he aprendido que las heridas se cierran, que cada vez escuecen menos y que lo que en su momento parecía un mundo se convierte en nada. 

No me arrepiento de nada de lo que dije ni de lo que hice, porque en su momento lo sentía así. De este error traté de aprender a no crearme falsas expectativas de la gente, pero no lo he conseguido.

He conocido gente nueva, gente que ha conocido la peor versión de mi, la que tu dejaste, la que creaste, aún así han sabido devolverme la sonrisa. Han estado ahí cuando peor me encontraba, cuando no soportaba nada a mi alrededor, y si tenía un mal día no discutían conmigo o se volvían en mi contra, simplemente amenazaban con hacerme una pelota anti estrés, cosa que agradezco con toda mi alma. Porque era lo que necesitaba, apoyo, no más mierda encima.

Dudé si debía confiar en la gente, aprendí que si, que todos somos diferentes pero siempre hay alguien en quien puedes confiar y que está más loca que tu.

Si dijera que no echo nada de menos sería hipócrita, o mentirosa, como no lo soy, o no considero que lo sea, diré que si que echo cosas de menos, pero tampoco como para no poder vivir.

Si te escribo esta carta, no es para que vuelvas, ni siquiera para que me hables, sinceramente creo que estamos mejor así porque o no puedo tratar normal con nadie y tu no estas preparada para preocuparte por alguien que no seas tu, simplemente me deje por decirte adiós. Adiós."

Echó la carta al buzón, con una gran sonrisa en su rostro. Cogió la gran maleta roja y se dirigió al aeropuerto con una nueva esperanza. La de vivir una nueva aventura lejos de todo, de todos y por fin ser feliz y descansar. Tenía treinta años y se había propuesto no dejar nada sin hacer antes de partir, por eso se había despedido de todas aquellas personas a las que alguna vez quiso decir adiós.

No sabía a donde iría, o sabía que haría, lo único que sabía es que esta vez la decisión la tomaba ella. La única carta que la faltaba por mandar, la de la última persona que la había herido, pero tambien  la que lo consiguió por menos tiempo.